Enfoque Informativo
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El consumo medio por persona en este estado del sur de México es cinco veces superior al del resto del país y 32 veces más que el promedio mundial, según un estudio del Conacyt
Coca Cola-Femsa anunció un nuevo incremento en el precio de algunos de sus productos a partir de este miércoles 17 de agosto, el cual ya ha sido notificado a sus clientes minoristas.
De acuerdo con la lista de precios distribuida entre tiendas minoristas, los aumentos son en promedio de un peso, en un entorno de inflación que sigue presionando las materias primas.
El incremento cobra aún mayor relevancia si se toman en cuenta los hábitos de consumo de los mexicanos sobre los refrescos y en específico, de Coca Cola.
El récord mundial de consumo lo tiene un estado de la República Mexicana, así lo indica el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (Conacyt).
Según el Conacyt, Chiapas es la región del mundo donde más se bebe Coca Cola, el refresco favorito de los mexicanos (sus productos representan más del 70 % del consumo nacional de bebidas azucaradas embotelladas, según la organización El Poder del Consumidor.
El Conacyt se basa en un estudio que muestra cifras impactantes, como que el consumo medio por persona en este estado del sur de México es cinco veces superior al del resto del país y 32 veces más que el promedio mundial.
“Es el epicentro de la epidemia de consumo de refrescos”, le dice el doctor Marcos Arana, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición Salvador Zubirán.
Refrescos, arraigados en población indígena
De lo que no hay duda es de que los refrescos forman ya parte esencial de la vida cotidiana en este estado, especialmente en la región de Los Altos de Chiapas, donde la mayoría de su población es indígena y rural.
En esta zona, donde Coca-Cola tiene una planta embotelladora en el municipio de San Cristóbal de las Casas, el consumo de esta marca es aplastantemente mayoritario respecto a la competencia ya desde temprana edad de la población.
“Al 3 % de niños menores de seis meses, sus madres les dan Coca-Cola, en un momento que solo deben tomar leche materna”, destaca Arana entre las conclusiones más destacadas de una investigación en la que participó en 2016.
Organizaciones locales como el Centro de Capacitación en Ecología y Salud para Campesinos (CCESC) que Arana dirige apuntan como causas de este consumo desmedido a las “agresivas” prácticas comerciales de las refresqueras y a la fácil accesibilidad de sus productos en la zona.
“Coca-Cola es el producto más disponible en Los Altos, uno tiene que caminar más distancia para comprar tortillas o cualquier otra cosa. La cantidad de puntos de venta es excesiva, sin ningún control, y con precios reducidos hasta el 30 %”, dice Arana.
“La disponibilidad y publicidad de algo tan barato es tan grande y omnipresente en Chiapas ante poblaciones vulnerables que han creado una adicción que se ve como necesidad”, afirma.
“Pobladores me decían que antes de que llegara el camino a Tenejapa, allí no había ni diabetes ni problemas cardiovasculares. Que eso empezó cuando llegó la carretera al pueblo y llegaron los refrescos, las papas fritas…”, dijo Jaime Page Pliego, antropólogo y autor del estudio citado por el Conacyt.
El experto asegura que la rutina ahora para los habitantes de esta zona pasa por desayunar café y llevarse “dos o tres litros de Coca-Cola” al campo para tomar en la hora de la comida.