Por: Fernando Hinterholzer

Hoy en día, en el México del año 2022 uno de los fenómenos delictivos que causan mayor agravio, no sólo a las víctimas en lo individual sino a la sociedad en general, es la trata de personas.

Este delito vulnera de manera directa la dignidad de la persona y un sinnúmero de derechos humanos de quienes lo padecen, como la libertad, la integridad y seguridad personales, la intimidad y el libre desarrollo de la personalidad, entre otros.

El día 30 de julio se conmemoró el Día Mundial contra la Trata de Personas. Se estima que es el tercer delito que más genera dinero para la delincuencia organizada. La trata de personas se conforma por diferentes etapas que van de la captación, traslado, transporte, acogida, al engaño, uso de fuerza, y el fin último de explotación (en infinidad de modalidades.

De acuerdo a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito 2020, Unodc.org, “la trata de personas constituye un delito especialmente grave. En la actualidad es interpretada como una de las peores formas de explotación y su conceptualización se ha transformado a través de los años.

Sin embargo, siempre ha estado ligada a vulnerar los derechos humanos de las víctimas a través del engaño, sometimiento, coacción, abuso de poder, intimidación o amenaza, incluso en contra de su voluntad o viciando su consentimiento, equiparando, además, la condición de las personas a la de un objeto, medio del que se aprovecha el tratante para obtener beneficios ilícitos”.

Según el Reporte Global sobre Trata de Personas de la Oficina de las Naciones (UNODC), sigue afectando en mayor medida a mujeres y niñas con el 65% de víctimas identificadas. “En México, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, registró un total de 677 víctimas de trata de personas en 2020; 744 en 2021 y 397 hasta mayo de 2022”.

“El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México destacó que 20% de las víctimas identificadas en 2021 fueron enganchadas a través de redes sociales”. Estas cifras y el más reciente Informe Mundial sobre la Trata de Personas de UNODC nos revela que, aunque el internet ya era utilizado por tratantes, su uso aumentó en la pandemia.

Ahora estamos mucho más tiempo en línea, lo que impulsa la manipulación y explotación de las víctimas en entornos digitales. Pero hay otras maneras por las que se expande la trata en el mundo.

En México se combate este delito a través de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos.

La cual especifica que la trata de personas, como el narcotráfico y el tráfico de armas “supone la existencia de organizaciones locales, regionales, nacionales y transnacionales muy estructuradas, bien financiadas y apoyadas, pero a diferencia de aquellas, que venden sus productos una sola vez, “el tratante de personas mismo o el explotador al que las vende, vende a las víctimas repetidamente, obteniendo ganancias superiores con riegos mucho menores”, el segundo ilícito a nivel mundial en aportación de recursos al crimen organizado.

Es por ello, que ahora aprovechan a la migración, para traficar aquellas personas que buscan llegar desde México a los EU para cumplir “su sueño americano”. Y con esto llevan a cabo uno de los negocios más rentables y lucrativos que además involucra a toda una red de personas que participan en el proceso, “desde las autoridades locales, hasta la delincuencia organizada”.

La evolución del negocio del tráfico de migrantes que pasó de ser “un tema de polleros y coyotes”, al que se convirtió en la actualidad: un gran negocio millonario en el que están involucrados los grandes carteles que operan en todo el territorio nacional y específicamente, en Chiapas. La migración ha aumentado de manera exponencial la administración actual, y ha aumentado por el descuido e impunidad de las autoridades migratorias.

De acuerdo a datos duros del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, las ‘ganancias’ por el tráfico de personas han pasado de $500 millones de dólares en 2018, a convertirse actualmente en un negocio con ganancias estimadas en 13 mil millones de dólares.

La trata de personas es un delito creciente, tanto a nivel interno como en su dimensión transnacional. Cada año, cientos de miles de personas son captadas en todo el mundo con fines de explotación, principalmente de carácter sexual o laboral, pero también para la extracción de órganos.

Se trata de un agravio que menoscaba el tejido social y afectando tanto a las víctimas como a sus familias y comunidades, y, por ende, al bien común y al Estado de Derecho. La trata de personas es un fenómeno delictivo que se encuentra extendido por todo el mundo: miles de personas víctimas de este delito, particularmente mujeres, niñas y niños, son captados, trasladados, vendidos y comprados con fines de explotación.

En México, en términos absolutos, las estimaciones más conservadoras ubican el número de niños y niñas sometidos a esclavitud sexual entre 16,000 (INEGI, UNICEF, DIF) y 20,000. Otros estudios calculan que la cifra de niños y niñas sujetos a explotación sexual en México asciende a 70,000, de los cuales 50,000 son explotados en las zonas fronterizas y 20,000 en el resto del país.

Respecto del total de las víctimas, hay estimaciones que oscilan entre los 50,000 y 500,000 casos. México es un país de origen, tránsito y destino de víctimas de trata de personas, a lo cual contribuye su situación geográfica, y dado que se ha convertido en paso obligado de los migrantes centroamericanos que desean llegar a la frontera norte, existen casos en que éstos son enganchados por redes delincuenciales durante su trayecto y sometidos a explotación.

Los grupos más vulnerables a la trata de personas en México incluyen mujeres, menores, indígenas, personas con discapacidades mentales y físicas, migrantes y comunidad LGBT mexicana. En Guerrero, la violencia y el elevado índice de marginación y pobreza que predomina todavía hoy en día, son los factores principales que han originado un incremento no cuantificado de caso de trata de personas en la entidad.

“Sin importar el tipo de explotación, la trata atenta contra la dignidad humana y violenta los derechos humanos”.

Es cuanto

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