“Los mexicanos tenemos muchos derechos, pero ahora más que nunca, no tenemos el derecho de fallar”. OA.

Lei esta semana, un muy didáctico y recomendable libro de la historiadora Bárbara Tuchman: “La marcha de la locura”. Plantea que en cuestiones de gobierno, el hombre ha mostrado peor desempeño que en casi cualquier otra actividad humana, y pregunta: ¿Por qué quienes ocupan altos puestos, actúan tan a menudo en contra de los dictados de la razón?

Hay cuatro características infaltables en los malos gobiernos, las que se dan por si solas o en forma combinada, está la tiranía, la ambición excesiva, la incompetencia y la insensatez. Encontramos en la historia múltiples ejemplos de esto, encontrando retrospectivamente, que esos gobernantes, siempre pudieron haber tomado otro camino o acciones. Finalmente pudiera decir que todo gobernante está irreductiblemente obligado a la racionalidad de su pensamiento y actuación. Lo cierto es que estas características y la irracionalidad, han estado presentes en todas las épocas, lugares y formas de gobierno. Las monarquías, oligarquías y democracias, las han padecido por igual. La experiencia de gobernar, salvo sus muy contadas excepciones, resulta en casi nada a estas alturas, en las que esta experiencia no se ha traducido en un mejoramiento sustantivo de los gobernantes. Como bien dice Bárbara Tuchman: “Entre chispazos de buen gobierno, la insensatez reina soberana”.

Sin afectos partidistas de ningún tipo, primero debemos reconocer que en el pasado México ha sido víctima de malos gobiernos, gobernantes diversos con las características ya mencionadas. En el pasado las cosas no han estado bien, pero la situación actual no promete nada bueno con 8 millones más de pobres, con más de 125,000 homicidios dolosos, 16 millones de personas sin acceso a la salud, un ingreso por persona que equivale al que en México se tenía hace 15 años, con unas perspectivas de crecimiento y desarrollo muy deterioradas y en aumento, con un país polarizado como nunca y más violento, con una visión de gobierno estatista y central, con un desprecio al sector productivo, así como con una deleznable precariedad laboral y educativa.

A la actual Administración no podemos regatearle el aumento en la recaudación, haciendo que paguen los que antes no pagaban, los programas sociales y de vivienda, el aumento al salario mínimo y algunas otras buenas cosas, las que penosamente se opacan ante lo ya mencionado y a indicadores como el decrecimiento del PIB, a un aumento muy preocupante en la inflación (7.7%), a una salida de capitales que ya rebasa los 225 MMDP, al desabasto en medicinas y a un muy deteriorado sistema de salud. Otro indicador del cual no se habla, es el de que el gobierno no ha dejado de contratar deuda para financiar los programas sociales, así como los grandes proyectos de un aeropuerto desolado, una refinería que no refina y de un tren destructor ecológico y que aún es un misterio su factibilidad económica. 4 años de crecimiento negativo. En 2019 sin pandemia crecimos 0.1%, en 2020 con pandemia -8.5% con un promedio en el mundo de -4% o sea el doble.  En 2021 crecimos 5% Igual a -3.5% y si crecemos este año un 2% el resultado será de -1.5% Sin embargo, la población crece entre 1 a 1.2 millones al año y el ingreso por persona al 1er trimestre 2022 es de -7% inferior al de 2018. Inevitablemente que todo esto, solo por mencionar de lo que más se habla, me lleva a pensar que no estamos en el camino correcto. La pandemia COVID no solo fue una pandemia sanitaria sino también humanitaria, social y económica, quizá la mayor en los últimos 100 años, lo que nos hizo descubrir la fragilidad de diversos sistemas en diversos rubros en todo el mundo, los que sin duda son retos que pueden repetirse.

Pero no tendría que haber sido así. Si bien la pandemia nos pegó a todos, ya la mayoría de los países tienen un tamaño en su economía más grande que antes de la pandemia, por lo que el argumento de la pandemia ya no aplica en México como justificación, el problema es la pandemia de las malas políticas económicas que se han implementado, impulsando políticas económicas y populismos nacionalistas, que fortalecen propuestas tanto de izquierda como de derecha con efectos devastadores, y que en nuestro País no se atienden, y no entienden que no entienden el fenómeno nacional e internacional de la economía.

Estamos perdiendo cada día oportunidades de crecimiento y de atracción de nuevas inversiones. Según el BID, México podría estar exportando bienes por un valor de 40 MMDD además de lo que hoy exporta, lo que además significaría el aumento de la capacidad instalada de manufactura en nuestro país con un significativo aumento en empleos directos.

China vive un conflicto comercial con USA, sus exportaciones de 2018-2021 han caído en un 15%, y las de México solo han aumentado en un 4%, contrastando con el aumento de las exportaciones de países asiáticos diferentes a China de hasta el 25% lo que refleja muy bien este México de las oportunidades perdidas, que del mundo entiende poco, y lo poco que  entiende lo entiende mal, desde luego al margen de la visión estatista de la economía.

Oportunidades perdidas todos los días, como un avión que despega con un asiento vacío, el asiento se va vacío. ¿Cuantas más perderemos? Una importante razón por la que nuestra economía no crece,

Si seguimos perdiendo oportunidades se volverá imposible resolver otros problemas como el de la inseguridad. ¿Qué alternativa le damos a los jóvenes si no tienen oportunidades de empleo, desarrollo, salario digno, etc?

Este gobierno ya para 4 años, ha mostrado lo que puede hacer, de lo que es capaz, y a toda luz, se requiere de mucha mayor capacidad, talento, visión y principalmente de entender que vivimos en una aldea pequeña llamada mundo, en el que la soberanía no significa el límite de una frontera y de una identidad, sino que es tiempo de comprender que formamos parte de un todo, en el que nuestra soberanía consistirá en el valor agregado de potenciar nuestras virtudes, capacidades y vocaciones para ofrecer esa mexicanidad a este planeta global, dejando de perder tantas oportunidades. C O N T I N U A R A… con soluciones.

Les Abrazo