Enfoque Informativo
Cada Día de Reyes (6 de enero) es tradición partir la tradicional rosca, en algunas rebanadas se esconden figuras que representan al niño Jesús, con las cuales viene un relleno inesperado: la promesa de comprar tamales para compartir el Día de la Candelaria (2 de febrero).
El terror al compromiso es tal que esas personas que se convierten en padrinos simbólicos del niño suelen esconderlos como pueden, en el bolsillo, en la boca o en los casos más extremos se los han comido con tal de evadir los tamales, otros aceptan ese pacto de glotonería sin mayor problema.
Aunque se acostumbra consumirla el 6 de enero, en compañía de familia y amigos, este pan de temporada se encuentra en las panaderías incluso desde diciembre, pues su popular sabor es de alta demanda.
Su acompañante tradicional es una buena taza de chocolate, pues, según escribió Salvador Novo en Antología del pan, “el pan es inseparable de la leche. Si incompatible con el atole, es indispensable con el chocolate o con el café con leche”.
¿Cuál es el origen de la rosca de Reyes?
En el artículo Panadería mexicana: formas con sabor, los investigadores Cristina Barros y Marcos Buenrostro explican que esta costumbre de la rosca de Reyes tiene origen en la Edad Media, en Europa, y fue traída al territorio mexicano por los españoles, primero se arraigó en el centro de México y luego a todo el país.
Se considera que las roscas se popularizaron en el territorio mexicano hasta la década de los 30, con la llegada de personas exiliadas de España, como consecuencia de la Guerra Civil en su país.
En Europa se hacen los roscones, un pan de tradición católica que fusiona influencias árabes y francesas, es de forma circular y antiguamente tenía un haba en su interior.
Con el tiempo la tradición ha cambiado, ya no se ponen habas en su interior, son menos usuales los muñecos de porcelana que se acostumbraron durante varias décadas.
También varían sus formas, no siempre es un niño Jesús, a veces encuentras en su lugar una figura de Hello Kitty, de Harry Potter, Baby Yoda o un Spider-Man.
Además, sus ingredientes se han vuelto infinitos, se ha dejado atrás al acitrón y se rellena de todo tipo de sabores o se hace de colores.
¿Qué significa la rosca de Reyes?
Algunos autores consideran que el roscón tiene relación con los festejos que realizaban los romanos al dios Saturno, quienes antes preparaban bollos redondos con higos y los repartían entre los plebeyos y personas en condición de esclavitud.
Hay registros de que en el siglo III ya se colocaba en su interior un haba seca y quien la encontraba era “rey de los saturnales” durante uno o dos días.
Según el historiador Luis Weckmann, en el siglo XIV, en Navarra, España, los niños partían un pastel donde también había un haba, el suertudo era nombrado “Rey de la Faba” y recibía homenajes y regalos.
En la tradición católica la rosca simboliza el encuentro de la Epifanía, el día en que los Reyes Magos conocieron al niño Jesús, se conmemora ese acontecimiento cada 6 de enero.
El ‘muñeco’
En el libro México tradicional.: Literatura y costumbres, el investigador Aurelio González explica: “en la ‘Rosca’, pan dulce, se introduce una figura, originalmente de porcelana o cerámica, conocida como ‘el muñeco’ o ‘el niño’. Se ha querido ver en esto un símbolo del niño Jesús que tuvo que ser ocultado después de su nacimiento para escapar de la persecución de Herodes”.
Además, en Las fiestas tradicionales de México, Sonia Iglesias detalla que esa haba que se colocaba antiguamente en el pan era “símbolo del embrión real, es decir, la realeza del Niño Dios”.
Forma ovalada
La figura ovalada que se le da al pan es símbolo del amor a Dios, según las creencias, por ello no tiene inicio ni final.
Frutas
Las frutas, tan codiciadas como odiadas, representan la gracia de Jesús, o bien, hay quienes afirman que son las joyas de los Reyes y simbolizan amor, paz y felicidad.