Mario Raymundo Ochoa

En Guerrero iniciaron los ejercicios de planeación de los gobiernos municipales y el estatal. En teoría para algunos municipios, los tres órdenes de gobierno estarán alineados en objetivos, estrategias y programas. Lo bueno, se espera coordinación e impulso de una política dirigida hacia la disminución de las desigualdades y con gran impulso al desarrollo humano. Lo malo es que en estos tres años, no hay más excusas.

Un gobierno de la 4T plantea que la generación del bienestar se construye desde la base trabajadora hacia la cima. Si existe desarrollo en este sector de la población, entonces la sociedad como un todo crecerá.  Ésto, generaría a través de un mayor consumo, un mercado interno más fuerte, y  mayor velocidad del dinero en circulación. Este es el principal cambio de paradigma contra los regímenes anteriores.

Un proyecto exitoso requiere que el producto que se vende tenga un cliente. En este caso el proyecto de la 4T requiere que los  gobiernos municipales así como el estatal compren sus ideales, no de palabra, no sólo ser un aplaudidor más; sino comprar el nuevo pacto federal con acciones propias complementarias en la operación municipal y regional.

Mi ejemplo favorito es el salario mínimo y la productividad laboral.  Durante el periodo del 2000 al 2014, los dos sexenios panistas, el salario mínimo real cayó en 11 puntos porcentuales. Es hasta el 2018, que se recupera el salario mínimo real y con la 4T éste alcanza un incremento del 56.32% para valores enero del 2021. 

Este tipo de medidas deben ser acompañadas por políticas de incremento de la productividad laboral. De otra forma, los logros se perderán por efectos inflacionarios. Sin embargo, éstas son mejor implementadas desde lo local, por los gobernantes municipales y estatales, el deber ser dice  que ellos conocen las necesidades de sus regiones y municipios. En este año se perdió el 7% del poder adquisitivo por efectos inflacionarios.

Hasta ahora existía la excusa de la diferencia ideológica entre los tres órdenes de gobierno, hoy es diferente. Cuando al gobierno le va mal, al pueblo le va mal. No aprovechar la oportunidad de coordinación será el mayor desperdicio y amenaza que se enfrente en el mediano plazo.  Sueño que tengan la inteligencia de sumar desde lo local hasta lo federal.

Como optimista empedernido, espero que el Gobierno Estatal y los municipales aprovechen las oportunidades actuales. Espero que callen mis miedos y me demuestren con acciones una excelente coordinación. Si Guerrero crece, crecemos todos.

 

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