Tal día como hoy hace 25 años comenzó la leyenda de Kobe Bryant en la NBA. El escolta de los Lakers, con el dorsal 8 en su camiseta, disputó su primer partido el 3 de noviembre de 1996. Y su actuación no invitó a pensar en la asombrosa y dilatada carrera que tendría después. El equipo angelino derrotó a los Timberwolves por 91-85. Aquel chico de 18 años y 72 días, que sería durante un tiempo el jugador más joven en haber disputado un partido en la Liga, disfrutó de 6:22 minutos, no anotó tras fallar su único tiro, tomó un rebote, colocó un tapón y le señalaron una falta. Los ídolos no siempre tienen inicios soñados.
Kobe ingresó en la NBA directamente desde el instituto Lower Marion de Philadelphia. Después de hacer entrenamientos con numerosas franquicias fue seleccionado en el puesto 13 del draft de 1996 por los Charlotte Hornets, que posteriormente le traspasaron a los Lakers a cambio de Vlade Divac. Una maniobra que cambió el destino de la NBA. Aquel joven acabó siendo uno de los mejores jugadores de la historia: cinco anillos, 18 All Star, 12 veces en los mejores quintetos de la Liga, dos MVP de las finales, cuarto máximo anotador de todos los tiempos (33.643 puntos) sólo por detrás de Kareem Abdul-Jabbar, Karl Malone y LeBron James…
En su primera temporada, pagó el peaje de los novatos. Su irrupción no fue tan fulgurante como la de otras jóvenes estrellas recientes. A él le llevó un tiempo encontrar su hueco en la NBA y en un equipo que contaba con Shaquille O’Neal, Nick Van Exel, el veterano Byron Scott, Derek Fisher… El estreno de aquel curso 96-97 lo vio desde el banquillo. En el segundo partido, debutó sin brillantez. En el tercero, en el Madison Square Garden, anotó su primer punto, un tiro libre. Y en el cuarto, frente a los Hornets que le habían traspasado, su primera canasta.
El lento inicio de un anotador prolífico
Aquel curso, bajo la dirección de Del Harris desde el banquillo, Kobe se quedó en cero puntos en 11 encuentros. Sorprende recordándole ahora como uno de los anotadores más prolíficos de la historia. Entonces, sólo pasó de 20 puntos en cuatro ocasiones, con un tope de 24 frente a los Warriors. Finalizó con promedios de 7,6 puntos y 15,5 minutos y fue incluido en el segundo mejor quinteto de novatos.
Casi 20 años después, el icono de los Lakers, luciendo el número 24, ponía fin a su carrera. Un final muy distinto al estreno. El 13 de abril de 2016 se despedía de su amado básquetbol metiendo 60 puntos al Jazz. La misma afición que ovacionó en su día a aquel debutante jovenzuelo se rendía ante una carrera memorable. La franquicia angelina, la más laureada de la historia de la NBA, despedía a uno de sus mayores mitos. Su fallecimiento en un accidente de helicóptero junto a su hija Gianna y a otras siete personas en enero del año pasado lo agrandó todavía más.