Enfoque Informativo
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Las concentraciones de CO2 y metano fueron las más altas en cientos de miles a millones de años y continúan aumentando, lo que provoca sequías e inundaciones
El 2022 fue el quinto año más caliente desde que se tiene registro, mientras que en el mismo periodo las concentraciones de gases de efecto invernadero superaron a las de 2021 y continúan aumentando, reveló el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).
De acuerdo con el C3S se batieron varios récords de altas temperaturas en todo el mundo, así como de emisiones de gases de efecto invernadero, provocando sequías e inundaciones que afectaron a grandes regiones del mundo.
Según el servicio, la concentración media anual mundial de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH 4) fue superior a la del 2021 y continúa aumentando. Ambos gases de efecto invernadero alcanzaron los niveles más altos jamás medidos por satélite. De acuerdo con el centro europeo, también es el más elevado en cientos de miles a millones de años.
Para el CO2, el incremento fue comparable al crecimiento de los años anteriores. Sin embargo, para el metano fue significativamente mayor que el promedio de los últimos diez años, pero no tan alto como los niveles récord observados para 2020 y 2021.
Además, de acuerdo con el C3S, implementado por el Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Medio Plazo (ECMWF), los últimos ocho años fueron los ocho más cálidos desde que se tiene registro, siendo el 2022 el quinto más cálido. Hasta ahora, los años con mayores temperaturas a nivel global han sido 2016, 2020 y 2019 y 2017, respectivamente.
Así, diversas regiones experimentaron temperaturas por encima del promedio durante el año pasado. Entre ellas se encuentra el noroeste de Siberia, que estuvo 3 °C por encima de la media, y el suroeste de Europa y la península antártica, que excedieron 2°C el promedio.
En contraste, las temperaturas estuvieron muy por debajo en el Pacífico oriental tropical, lo que indica que las condiciones de “La Niña” continúan. Hechos similares ocurrieron en el este de Australia, características típicamente vinculadas con los eventos de dicho fenómeno.
Durante el año pasado se vivió un prolongado episodio de “La Niña”, que se presentó por primera vez en el Siglo XXI por tres años consecutivos (“triple inmersión”), exacerbando las sequías e inundaciones. Desde 1950, sólo han ocurrido tres veces una triple inmersión, incluida esta última.
Fenómeno de La Niña
La Niña es un fenómeno climático y se caracteriza por un enfriamiento a gran escala de la superficie del Océano Pacífico ecuatorial central y oriental, generando temperaturas inusualmente frías junto con cambios en la circulación atmosférica tropical, como vientos, presión y precipitaciones.
Forma parte del ciclo natural-global del clima conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Por lo general, tiene impactos opuestos en el tiempo y el clima que el fenómeno conocido como El Niño, que es la fase cálida del ciclo.
A esto, también se sumaron el año pasado las intensas olas de calor en Europa que dejaron varios muertos y provocaron múltiples incendios.
Anteriormente, diversas organizaciones y expertos han advertido de los impactos del cambio climático, provocado por el ser humano. A principios de diciembre del 2022, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, recalcó que “la humanidad se ha convertido en un arma de extinción masiva”, criticando que las personas están “tratando a la naturaleza como un inodoro”.