Jorge Nájera
Arrancó el año 2022 el cual les deseo sea un año de muchas bendiciones así como puedan lograr todos los objetivos que se planteen.
Dicho esto Acapulco arranca un 2022 difícil, donde nuevamente la mayoría de los ciudadanos nos encontramos con el temor de no contagiarnos de Covid, con la incertidumbre de regresar a un semáforo naranja o rojo, con la preocupación de tener familiares, amigos, conocidos contagiados de este virus que claramente vino a quedarse y en vez de aprender a vivir con él tomando mejores medidas para evitarlo, seguimos jugando a los valientes, actuando sin entender que no podemos seguir viviendo como lo hacíamos antes, debemos renovar nuestra forma de vivir y eso debe ser ya.
Asimismo Acapulco regresa a su realidad que las fiestas decembrinas nos hicieron olvidar. Un Acapulco sucio, lleno de aguas negras, fugas que provocan mal olor en las calles, con banquetas llenas de puestos ambulantes, con una deficiencia clara en quien está al frente de los servicios públicos municipales, saneamiento básico, vía pública, áreas verdes, CAPAMA y muchas dependencias más que después de estos 100 días claramente no han dado resultados.
La presidenta de Acapulco, Abelina Lopez, seguro estoy que tiene las mejores intenciones para que las cosas mejoren y caminen de buena manera, pero aunque se tengan las mejores intenciones si se siguen haciendo las mismas prácticas de siempre absolutamente nada va a cambiar.
Mi propuesta como ciudadano preocupado por Acapulco es que ya pasaron los 100 días, hay funcionarios que no funcionan, que simulan, que no están alineados a lo que busca la presidenta, que sólo buscan su interés personal que es económico, funcionarios que claramente no sirven y sin duda el cambio es hoy.